lunes, 14 de febrero de 2011

Sensibilidad - Suelo.


El tiempo y las variaciones de presión y condiciones ambientales desde el instante de la formación  pueden dar  lugar a que un suelo tenga una mayor resistencia en estado inalterado que en estado remoldeado (una vez que el suelo se ha amasado, como para la prueba del límite líquido. El término sensibilidad (so susceptibilidad) se emplea para describir esta diferencia de resistencia, la cual viene determinada por la relación entre las resistencias correspondientes al estado inalterado y al remoldeado. La sensibilidad está relacionada con el índice de liquidez, ya que la máxima perdida de resistencia debería producirse en un suelo floculado cuyo contenido de agua fuera muy grande respecto a su límite líquido determinado con suelo remoldeado. Como se ha afirmado en la sección anterior, los suelos sedimentarios depositados en un medio marino y lavados después de la sedimentación vienen a presentar una elevada sensibilidad. Cualquier suelo con una sensibilidad igual o superior a 8 se denomina “sensible”. La arcilla de Manglerud (Fig. 7.7) constituye un caso límite de arcilla muy sensible, con una sensibilidad superior a 500. La arcilla del estuario del Támesis también es sensible.

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