lunes, 3 de enero de 2011

Comportamiento de la Fase Intersticial del Suelo: Interacción Química.


Los espacios que quedan entre las partículas de suelo se denominan vacíos, huecos, poros o intersticios. 

Estos poros suelen estar ocupados por aire y/o agua (con o sin materiales disueltos). Así pues, el suelo es intrínsicamente un sistema de varias fases  formado por una fase mineral denominada esqueleto mineral más una fase fluida o fluido intersticial.

La naturaleza del fluido intersticial tiene influencia sobre la magnitud de la resistencia al deslizamiento entre dos partículas, dada la naturaleza química de la superficie de contacto. De hecho, en el caso de partículas de suelo muy delgadas, el fluido intersticial puede penetrar completamente entre las partículas (ver la Fig. 2.3). 

Aunque estas partículas ya no están en contacto en el sentido usual, aún permanecen muy juntas y pueden transmitir fuerzas normales y posiblemente también tangenciales. La separación entre estas partículas aumentará o disminuirá, según lo hagan las fuerzas de compresión transmitidas. Aquí encontramos una nueva causa de deformación general de la masa de suelo.


Fig. 2.3. Películas de líquido rodeando partículas de suelo, a) Antes de aplicar carga. b) Reducción de la separación entre partículas por efecto de la carga.

Así pues, se deduce una segunda consecuencia de la naturaleza discontinua del suelo: el suelo es intrínsicamente un sistema de varias fases y los elementos de la fase intersticial influyen en la naturaleza de las superficies minerales por tanto afectan los procesos de transmisión de fuerzas en los puntos de contacto entre partículas.

Esta interacción entre fases se denomina interacción química.

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